El sábado 31 de Enero concluyó el peridodo campamentista; comenzando por el campamento de Jóvenes, que fue grandemente bendecido de parte de nuestro Señor, dejando entre los campamentistas el toque de su Espíritu en cada uno de ellos. Fueron 8 días en los cuales se vivió un jornada de extensa búsqueda de la presencia de Dios, y en donde cada día el señor mostraba cuan grande es su Gloria.
La Carpa, que es un lugar en la cuál se realizan los cultos. Como años anteriores la carpa fue un lugar donde el Espíritu Santo se movió grandemente, fue el lugar físico en donde muchas vidas fueron tocadas por el Señor y también muchas de ellas restauradas y renovadas; fue el lugar donde el Espíritu Santo bautizó y el lugar donde el Señor dejó una marca en los corazones de todos los campamentistas.
El Hermano Marcelo quién está actualmente pastoriando la iglesia de Quillota, junto con el Pastor de Coyhaique, nuestro hermano Javier Gallegos fueron los encargados de llevar la palabra del Señor en el campamento Juvenil de este año; quienes fueron usados poderosamente por el Señor, siendo de una u otra forma verdaderos canales de bendición para los jóvenes campamentistas que tuvieron la posibilidad de asistir al campamento de las Cascadas 2009.
Este año también se esperaba la participación de otras iglesias a nivel nacional, y se pudo contar con la grata presencia de hermanos de Puerto Montt, Quilén, Coyhaique y Quillota, además de los Jóvenes de Rahue Alto.
Luego vino el retiro de Hermanas; fueron 5 días en la presencia del Señor y los encargados de llevar la palabra del Señor para nuestras hermanas, fueron el Pastor de la reciente iglesia en Cabrero, nuestro Hermano Andrés, quién además el dia domingo 25 "se arrancó" unas horas del refugio de las Cascadas para ir a predicar a nuestra congregación, terminado el culto volvió hacia el recinto donde se establecia el retiro de hermanas y junto con él vino de la ciudad de Chillán, la esposa del pastor Hermes de la Hoz, nuestra hermana Gloria, también para compartir palabra del Señor.
Finalmente el periodo de los campamentos dio su termino con el campamento de niños, viniendo de la ciudad de Puerto Montt el matrimonio, Alejandro Huerta y su señora Lilián Zumelzu a traer la palabra de Dios a la vida de los niños; Sin dudar alguna el Señor se encargó de hacer algo distinto para este campamento a lo que se venia haciendo en años anteriores. El lema del campamento de niños fue "Vencedores con Cristo" y todo giró en torno a ello, además fue el Espíritu Santo el que se encargó de poner una marca especial en la vidas de cada uno de los campamentistas, los que se fueron a sus hogares realmente bendecidos por parte de nuetro Señor.
Este campamento no sólo se encargo de poner un sello en las vidas de los niños en el ámbito espiritual, sino además de inculcar grandes valores como lo son el compañerismo, la solidaridad, la confianza, el poder fortalecer las amistades y el compartir todos juntos incluso a la hora de almuerzo.
Cada niño se fue marcado por este campamento de diferentes formas, y una de ellas fue en la que se dedicó un dia de forma muy especial para celebrar los cumpleaños de todos los niños campementistas. Muchas veces los niños tuvieron cumpleaños donde quizás no pudieron estar junto a todos sus amigos, o muchas veces sus padres no pudieron celebrarlo por falta de dinero, pero esta fue la ocación en que se celebró un fiesta en donde todos estaban como cumpleañeros.
El señor bendijó las vidas de los adolecentes, tratando con ellos de una forma muy especial, sanando heridas del alma y muchas de esas vidas, fue llenando el espaceo que hay en nuestros corazones que sólo Cristo puede llenarlo.
Además hubieron vidas de niños y adultos que se rindieron a los pies de nuestro Señor Jesús, aceptandolo como Señor y Salvador de sus vidas.
En el último día de campamento, a cada uno de los campamentistas incluyendo a los más pequeños, se les regalo una polera con el logo "Vencedores con Cristo"
